El silencio como refugio de libertad en La Ceiba de la Memoria de Roberto Burgos Cantor





El silencio como refugio de libertad en La Ceiba de la Memoria de Roberto Burgos Cantor

Fabián Alberto Prada Naranjo



La Ceiba de la Memoria es la última novela publicada por el escritor Roberto Burgos Cantor, en la que se presenta una polifonía de voces que configuran distintas épocas hilvanadas por el renuente tema de la esclavitud. Pero no se halla en la novela un formato aburrido y frío. Al contrario Roberto Burgos logra narrar de manera envolvente las cuatro partes que constituyen la novela. Y lo hace a través de la memoria. Esta novela es muy bien escrita, su narrativa es fluida y rica, atrapa en cada descripción ya sea de algún lugar o de alguna difícil y dolorosa situación o una alivio inexplicable. Como cuando la novela narra el padecimiento de Alonso Sandoval que sufre la peste:

La piel se irá cubriendo con los chorros de un gris verdoso-sanguinolento. Y fétido. Las encías habrán comenzado a deshacerse en una podredumbre invasiva que le dificultará tomar los alimentos por el dolor y la contaminación. No lo abandonarán la calentura maligna y el desaliento. Cada día hablará menos (…) Le repugnará el movimiento de la lengua que tropezará con muelas flojas, dientes que se caerán, pedazos de encías en descomposición, y le costará mucho escupirlos. A veces se los tragará, a pesar de Usted, y un estremecimiento de asco le causará suplicios en las articulaciones y escozor en el cuero cabelludo. (BURGOS, 2007, p.29)


Con esta estrategia narrativa parecida a las descripciones de Alejo Carpentier en sus obras más ilustres, envuelve Roberto Burgos al lector en una historia llena de precisiones fundamentales que configuran la época de la esclavitud del negro y de los padecimientos de muchos integrantes de la sociedad de blancos que llegan a América y los negros traen como esclavos a su servicio. Así estas descripciones a través de la palabra escueta y sin eufemismos favorece la lectura de la novela. Las condiciones en que viajaban Alonso y Pedro Claver eran producto de su trabajo a diferencia de las condiciones en que son obligados los negros y negras a viajar. A ellos los arrumaban en un compartimiento oscuro y húmedo, sin letrinas ni ventilación, más que un pequeño escoyo por donde recibían una miseria de alimento diario. Estas eran las condiciones en que viajaron los negros:

La infección de las llagas por la marca de la propiedad en el pecho, en el brazo izquierdo, en el derecho, el agusanamiento de los cadáveres cuya piel se había empezado a apergaminar en vida, las huellas de las lágrimas agotadas que habían marcado un cauce de sal blancuzca en los rostros amargados. (2007, p.32)